Sobre Máquina Crísica

maquina detalhe

:: Página bilíngue – Português/Castellano ::

PORTUGUÊS 

A transição de um estado para outro é afetada quando se leva algo, como um grupo social, um pedaço de madeira ou um feitiço, a um lugar onde suas interações com outras forças façam com que sua própria energia se oponha a seu estado atual. Refiro-me a levar as coisas até o ponto de crise (…) Entrar em crise é da natureza das coisas, é parte do que elas são. As coisas se viram do avesso em virtude de serem coisas, entende? (….) Ora, caso pudéssemos explorar as reservas de energia de crise, em qualquer situação específica, estaríamos falando de um poder enorme.

China Miéville, Estação Perdido.

Com o que viemos sendo e fazendo nos últimos anos, com as interações que nosso trajeto proporcionou, foi possível arrastar o estado que nos conformava até um ponto de ruptura. A crítica transmutou-se em crise e já não houve antropologia que a pudesse comportar, ponderar ou mediar. Abdicamos de qualquer disciplina –e, em primeiro lugar, daquela que balizou os primeiros momentos de nossa formação em pesquisa e teoria social. A crise consumiu o dispositivo disciplinar de cuja inconsistência ela era o sintoma. Precariamente amparada em suas próprias razões de ser –autonomia intelectual, comunhão do pensamento, invenção teórica e política, recomeço do marxismo–, a crise tornou-se Máquina Crísica. Nossa crise foi cultivada num excesso de possibilidades que, alguma vez, certas antropologias pretenderam regular pelas vias do afã definicional, do construtivismo trivial, do cientificismo arrogante e amedrontado. Hoje, a crise se subtrai à regra acadêmica e vai explorar um infinito pós-disciplinar.

Tendo começado nosso itinerário político-teórico pela reivindicação das potências criadoras que a disciplina antropológica tornara objeto de administração institucional – e, portanto, de castração e mutilação –, fomos, aos poucos, nos orientando na direção de um programa de pesquisa e auto-formação que se propõe a encontrar e acompanhar, na prática e em pensamento, as heterogeneidades rebeldes que perfuram o ordenamento dominante em diversos tempos e lugares. A esta altura do caminho, a disciplina antropológica existe para nós como uma normalidade equivalente a outras; uma normalidade que se interrompeu em meio à crise. Normalidade que continuaremos exorcizando com afinco, não por divertimento agonístico, mas sim porque ao desembaraçarmo-nos dela, temos a oportunidade de adensar essa crise que é a nossa e que pode ser a de qualquer uma/um.

Maquinaremos crise precisamente ali onde o processo disciplinar fomenta a fixação de uma imagem do mundo e da constituição – ou pertencimento – dos seus supostos componentes. Inventaremos um lar precário na intempérie, sem a garantia dos encontros disciplinados, mas forjado na disciplina do encontro incerto, potencialmente carregado de novos possíveis e de outras formas de viver juntxs.

Neste link tu encontras alguns textos de referência para os debates do Máquina Crísica.

Redes sociais

Segue a gente lá no Twitter

Grupo Fecebook

Página Facebook.

Se quiseres entrar em contato conosco e/ou sugerir materiais para publicação no blog, é só escrever para antropologiacritica@gmail.com

CASTELLANO

La transición de un estado a otro se ve afectada cuando un grupo social, un trozo de madera o un hechizo son arrastrados a un punto en el cual sus interacciones con otras fuerzas hacen que su propia energía se oponga a su estado actual. Me refiero a llevar las cosas hasta su punto de crisis (…) Entrar en crisis es de la naturaleza de las cosas, es parte de lo que ellas son. Las cosas se vuelven del revés por el solo hecho de que son cosas, ¿entendés? (…) Ahora bien, si pudiéramos explorar las reservas de energía de crisis en cualquier situación específica, estaríamos hablando de un poder enorme.

China Miéville, Estación Perdido

Lo que hemos sido, lo que hicimos y las interacciones que nuestro trayecto nos ha proporcionado, todo esto nos arrastró a un punto de ruptura con el estado crítico que nos conformaba. Lo que era crítica devino en crisis y no hubo antropología que lo pudiera ponderar, comportar, mediar. Nos deslindamos de toda disciplina –y, en primer lugar, desandamos las antropologías que, en un principio, habían guiado nuestros recorridos en teoría e investigación social–. La crisis carcomió un dispositivo disciplinar cuya inconsistencia ella misma ya había revelado bajo la forma punzante de un síntoma. Precariamente amparada en sus propias razones de ser –autonomía intelectual, comunión del pensamiento, invención teórica y política, recomienzo del marxismo–, la crisis se volvió Máquina Crísica. Nuestra crisis se fue cocinando en un exceso de posibilidades que, algún día, ciertas antropologías habían pretendido reglar desde su obsesión definicional, su constructivismo trivial, su cientificismo arrogante y amedrentado. Hoy, la crisis se sustrae a la regla académica y sale a explorar un infinito posdisciplinario.

Empezamos nuestro derrotero político-teórico por la reivindicación salvaje de aquellas potencias creadoras que la disciplina antropológica convertía en objeto de domesticación. Poco a poco, nos fuimos orientando hacia un programa de investigación y autoformación que se propuso encontrar y acompañar, en la práctica y en el pensamiento, las heterogeneidades rebeldes que perforan los dominios del orden en una gran variedad de tiempos y lugares. A esta altura del camino, la disciplina antropológica existe para nosotrxs como una normalidad entre otras; una normalidad que se interrumpió en plena crisis. Esta normalidad la seguiremos exorcizando con ahínco. Y no lo haremos por diversión agonística, sino porque, al desenredarnos de lo normal de la disciplina, nos damos la oportunidad de intensificar esta crisis que es la nuestra y que puede ser la de cualquiera.

Maquinaremos crisis precisamente allí donde el proceso disciplinar fomenta la fijación de una imagen del mundo y la constitución –o pertenencia– de sus presuntos componentes. Nos inventaremos un hogar precario, expuesto a la intemperie, sin la garantía de los encuentros disciplinados; un hogar forjado en la disciplina del encuentro incierto, potencialmente cargado de nuevos posibles y de otras formas de vivir juntxs.

En este link encontrás algunos textos de referencia para los debates de Máquina Crísica.

Redes sociales:

Seguinos en Twitter

Grupo en Facebook

Página en Facebook

Mail:

Si querés comunicarte con nosotrxs y/o proponer materiales para su publicación en el blog, escribinos a antropologiacritica@gmail.com

0 comments on “Sobre Máquina Crísica

Deixe um comentário